martes, 26 de octubre de 2010
LA VIDA DE NOS-OTROS
Le he pedido este texto a George Gautier (el "Yoyin") porque leyéndolo, sentía que dialogaba conmigo de alguna manera. Yo, que últimamente ando vestida a toda hora con la "camisa blanca" de los recuerdos, siento, en cambio placer poniéndomela y quitándomela lentamente ("me quito el rostro y lo pongo encima del pantalón" - diría el Silvio de aquellas canciones que valía la pena memorizar). Para el Yoyi, recordar es como pasar ese coágulo imposible por el corazón. Y sobreviene el dolor. El infarto.
Hoy me puse la camisa blanca de ir a trabajar y por unos segundos, mi memoria sádica me llevó al mismo momento en que me ponía una camisa similar para ir a la escuela. Por un momento pasé un susto terrible de haber vuelto atrás de pronto, es más, de que nada de mi vida actual hubiera sucedido. Temí despertar de pronto en un escabroso y sacudido año 88 yendo al tecnológico en la guagua 22, colgado de la puerta, sin nada en el estómago.
En esos segundos me volvió a sacudir la inseguridad, la falta de esperanzas, la falta de amor, la ceguera inmadura de cualquier estudiante que solo quiere que pase el día para volver a ir a la playa, único sitio donde realmente me sentía en casa, en tierra.
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